AIGÜES: PARTE 1

lunes, 29 de junio de 2009

La localidad se encuentra en la vertiente oriental del Cabeçó d’Or, a 342 metros de altitud, en cuyo subsuelo se localiza un sistema acuífero jurásico el cual dió nombre al municipio.

Los procesos hidrotermales que se generan en su interior, permiten que el agua que alcanza las estructuras profundas aumente su temperatura y aflore a la superficie con importantes cantidades de hierro y azufre. Así pues, esta es una zona donde han sido numerosos los manantiales de aguas con propiedades minero-medicinales, aunque debido a la sobreexplotación del acuífero, estos han ido disminuyendo. Aún así, hay referencias de la Fuente de la Cogolla que alcanzaba una temperatura de 37'5º C, de los Baños que alcanzaba 40º C, así como del Colladet, de los Romanos o Balsa Nueva y la Fuente de la Mina o Caba.

A 342 metros de altura, se trata de un verdadero mirador sobre el Mediterráneo, con bosques de pinos altos y frondosos. Desde la pinada, en los días claros, se puede ver la Isla de Tabarca en la línea del horizonte. Es un bosque mediterráneo con senderos. Un bosque de pinos altos y tupidos bajo los cuales crecen el romero, el tomillo y la lavanda, donde se pueden encontrar varias construcciones que recuerdan la grandeza de otra época. Recorrer este paraje es fácil, hay largas veredas repletas de bancos de piedra y miradores que invitan al caminante a descansar.

La combinación de vegetación natural, agua y temperatura hacen de esta localidad un lugar adecuado para el descanso, tal y como se dice en un dicho popular: “Aigües sin médico cura, aquí botica ni se nombra, bastan sus aires y sus aguas y de sus pinos su sombra”.
Felipe Lozano Navarro: Amigo de Aigües y sus gentes.
Área de Residentes Europeos, Fiestas y Turismo

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