EL POLIDEPORTIVO...FANTASMA

jueves, 6 de agosto de 2009


Bien sabido es por todos que Aigües posee unas condiciones muy grandes para tener un polideportivo municipal que sería la envidia de muchos lugares de la provincia debido condiciones medioambientales espectaculares: rodeado de pinos verdes, aire puro y un clima Mediterráneo buenísimo para la realización de actividades deportivas, que muchos lugares desearían poseer. Hasta ahí todo genial, pero el problema lo encontramos en las condiciones de conservación en que se encuentran dichas instalaciones, algunas de ellas en estado deplorable.
No hay más que pararse frente al complejo deportivo para observar un polideportivo fantasma, apenas hay actividad deportiva en él, y uno se pregunta por qué será; pues bien, no hay más que entrar dentro para ver que la pista multideportiva principal, cubierta y remodelada recientemente, carece por ejemplo de unas redes que eviten que las pelotas de fútbol, tenis, vóley, etc, no salgan de la pista y vayan a parar bien sabe dónde. Así es prácticamente imposible jugar a cualquier deporte sin parar constantemente para ir a buscar la pelota. Igual pasa en la otra pista adyacente.
Por no decir que nunca hay nadie que abra unos vestuarios o aseos para poder cambiarse o ducharse, y no entro en detalles de la conservación de los mismos.

Acto seguido no hay más que ver el frontón, uno lo ve y se queda asombrado ante tal magnitud de pista, tiene una apariencia casi profesional, de las mejores de la provincia, pero a medida que uno se acerca empieza a pensar que más que un frontón parece un monumento histórico. En su pared principal se observan unos descorchados bastante grandes, pero es cuando uno ve su pared lateral, cuando se piensa si jugar en él o no, ya que las grietas están por toda la pared. Todas las líneas del suelo están casi borradas y la chapa metálica que marca la altura del juego está suelta. Todo esto rodeado de matorrales, unas porterías de fútbol sala hechas trizas…
Pero el colmo es observar el campo de tierra de fútbol, porque para llegar a la conclusión de que es un campo de fútbol hay que echarle mucha imaginación. No tiene líneas que delimiten el terreno de juego, no tiene redes para parar los balones cada vez que tires el balón. En uno de los extremos tienes que salir del recinto para coger el balón y poder volver a empezar a jugar. Y encima, en el centro del campo hay un montón de restos carbonizados de poda y rastrojos, y por los laterales, restos de materiales de construcción.
Lo único que bajo mi punto de vista da la talla es la piscina municipal que en estos meses cumple con los requisitos mínimos de conservación, estando limpia y bien cuidada.
Otra cosa que no se entiende es que justo al lado del Restaurante del Polideportivo, que ese si que es fantasma total, nos encontramos una serie de hierros y materiales de construcción, que si se almacenan ahí, al menos deberían estar vallados o acotados para que a nadie le pueda pasar nada, ya que todo el mundo tiene acceso a ese lugar.
Así que el panorama que le queda a uno cuando sale del polideportivo no es muy positivo, y para todos aquellos a los que nos gusta hacer deporte por su carácter saludable e integrador social quedamos bastante decepcionados.
Julio Rubio Sánchez.
Área de Juventud, Deporte y Medio Ambiente.

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