Del desorden al caos y del caos al desgobierno

El propósito de este escrito no es otro que hacer una breve reflexión del pasado, presente y futuro del gobierno de Aigües.

Como todos saben, el PP fue la fuerza más votada en las pasadas elecciones municipales. La lista que presentaron a las mismas congregó a un variopinto grupo de personas, algunas de ellas de indudable valía (aunque en puestos que no les iban a otorgar concejalía). Dicha lista fue tejida de manera estratégica por una de las personalidades más reconocidas y con más peso dentro y fuera de la política aigüera (señora Sol, esto no va por usted, por supuesto) consiguiendo así apaciguar las aguas en un tempestuoso PP que ya comenzaba a desgajarse.

La persona a la que me refiero se erigía así como figura dominante en dicha agrupación, tenía el acuerdo de los diferentes sectores y pensaba que estos seguirían firmes a sus decisiones. Pero no. Esta agrupación, con el paso de los años y la legislatura, fue sondeando diferentes opciones. Algunos de los partidarios del “peso pesado” le dieron la espalda. Por delante todo eran reverencias y halagos, por detrás zancadillas y desprecios, comentarios desafortunados y “puñaladas traperas”.

Ante tal situación de desorden interno, la señora alcaldesa, en ocasiones más preocupada por estas lides que por el buen devenir de Aigües y sus gentes, salió respondona ante el “peso pesado”, tiró de la cuerda que aún sostenía el débil crédito del PP aigüero y definitivamente rompió el grupo.

En medio de este caos comenzó a desgastarse profundamente la cúpula del PP. Se sucedieron un sinfín de problemas internos que acabaron con la creación de una gestora por parte de la dirección provincial ante el más que opaco desembarco de altas nuevas (nuevos militantes afines a uno y otro bando). Un escenario de lo más sombrío y turbio.

A todo este entramado de desplantes, traiciones, deserciones e insolencias se sumó un coro de voces, las cuales esperaban su momento para decantarse por aquel que más les diera. Estas personas (un par) han estado bailando el agua a ambos bandos, hasta que por fin se han decantado por el bando de la señora Sol. Su fin no es otro que medir sus fuerzas mediante presiones, tratando así de sacar rédito de ello, consiguiendo un buen puesto en las próximas listas presentadas por el PP.

Esta presión basada en el chantaje hacia nuestra primera edil tiene connotaciones personales por parte de los interesados los cuales pretenden alzarse con amplios beneficios a su favor, ya sea consiguiendo cosas o desbancando personas.

Desde estas líneas aprovecho para condenar esta clase de actuaciones en favor del beneficio personal, poniendo en jaque el buen funcionamiento del ayuntamiento y condenando el mismo a un desgobierno que ya lleva implantado demasiado tiempo en Aigües.

Los vecinos que aquí vivimos nos merecemos un alcalde/alcaldesa que sea firme en sus convicciones, que tenga total integridad, que sea independiente en sus decisiones y que no deje en manos del chantaje el futuro, el devenir y el gobierno de Aigües y sus gentes. Esto señora Sol no lo ha demostrado todavía y si su lista es la que finalmente sale ganadora y consiguen gobernar, me temo que tampoco lo hará la próxima legislatura. De este modo dejará el buen funcionamiento del pueblo en manos no deseadas e hipotecando así el futuro de los vecinos.

Háganos el favor, sea inteligente por una vez, tiene personas de indudable valor en su partido a las cuales les da la espalda, personas sencillas, amables, cercanas, trabajadoras e inteligentes, las cuales han dado un paso atrás en los últimos años viendo de qué manera estaba llevando usted el ayuntamiento. Quizás por eso les ha dado la espalda.

Aún está a tiempo de rectificar. Si esas personas tan poco deseadas están en la lista para las próximas elecciones, los vecinos de Aigües sabrán definitivamente la poca talla política que usted posee y el escaso aprecio que tiene hacia el pueblo y las personas que aquí residen.

Mario Calvo Giner

Secretario de Organización PSPV-PSOE de Aigües