El hombre de las mil caras

Desde estas líneas me gustaría hablar de don Rafael Torrente Lozano, concejal de Objetivo Común Aigües y de su periplo como representante público.

Como todos sabrán, el señor Torrente inició su andadura como concejal en julio de 2007 después de unas elecciones en las que él y su grupo político lo intentaron impugnar todo. Señor Torrente, le recuerdo que nosotros también perdimos, pero en esta vida hay que ser educado y respetuoso cuando se gana y cuando se pierde.

Desde el inicio y dada su poca experiencia en estas lides, el PSOE de Aigües siempre le tendía la mano para que él supiera qué papel tenía que presentar y cómo debía rellenarlo. También se le ofrecía la posibilidad de que firmara mociones conjuntas con nosotros, cosa que usted siempre aceptaba de buen grado.

Pero desde julio de 2009, con la salida de Miguel Lloret del equipo de gobierno, su actitud ha cambiado radicalmente. Primero, estuvo usted tentado para formar parte del equipo de gobierno, cosa que al final, bien por los consejos de su grupo, o porque tuvo un hilo de cordura, no aceptó. ¿Se imaginan al señor Torrente como miembro del equipo de gobierno después de todo el revuelo que montó contra el PP? ¿Hubieran sido cosas del destino? ¿O es que la ambición lo puede todo en esta vida?.

Y a partir de ahí, a lo único que se ha dedicado es a arremeter contra todo y contra todos. Su única misión es venir a los plenos para discriminar la labor del secretario y hacernos perder 30 minutos para aprobar las actas (le recuerdo señor Torrente que todo lo concerniente a los plenos está regulado en el Reglamento Orgánico y Funcional de las Entidades Locales, el cual estaré muy gustoso de dejarle), se niega en rotundo en aprobar mejoras para el pueblo (siempre tiene algún pero) y ahora le ha dado por criticar nuestra labor como oposición (le recuerdo señor Torrente que nosotros como oposición aparte de criticar también proponemos, pero propuestas serias y beneficiosas para nuestro pueblo) y también, en algunos casos, nos critica personalmente (ser prudente es una gran virtud, sino acuérdese de Felipe II que con su prudencia obtuvo tantos logros, y aplíquese el cuento).

Un saludo.

 

Jordi Mourisco Cabot

Portavoz del PSPV-PSOE en el Ayuntamiento de Aigües